Pues sí, aquí nos encontramos, parados, sentados, acostados, o como sea, frente a nuestros apartados digitales que nos permiten acceder a internet, ese maravilloso espacio que nos brinda todo cuando deseamos, pero que se vuelve confuso gracias a la misma información que nos ofrece.
Tiene el mismo efecto que un niño chiqueado, papi posee la posibilidad de darle todo y sin querer queriendo, lo convierte en una persona incapaz de apreciar lo que está frente a él, alguien echado a perder.
Pero, ¿qué es lo que me motiva a escribir el día de hoy? Podría decir que nada, o tal vez que todo, sin embargo, ¿quién entiende la diferencia entre ambos términos? Nosotros somos de los afortunados o desafortunados que pertenecemos a la era digital, tenemos en nuestras manos la oportunidad de cumplir el sueño de Pinky y Cerebro, “conquistar el mundo”, estamos a tan sólo un clic de distancia entre la ignorancia, la información y el conocimiento.
¿Lo imaginas?, puedes estar físicamente en un lugar, pero mentalmente en otro, no existen límites para quien navega en internet, pero si barreras que le dificultan el acercamiento al saber.
Y, siendo sinceros, ¿en dónde nos la pasamos la mayoría del tiempo cuando estamos en la web? En las maravillosas redes sociales, esos lugares donde podemos ser nosotros mismos sin miedo a casi nada, donde nos sentimos libres de expresar lo que hay en nuestro interior aunque a veces cause complicaciones, esos espacios donde encontramos temas de nuestro interés, y a personas con los mismos gustos.
Cuando estoy en mis perfiles, no puedo ignorar que, muchas veces, las personas publican cosas que son de gran asombro, pero para ser un poco más precisa, sólo quiero enfocarme a Facebook, la red número 1 en el mundo.
Facebook cumple con las expectativas de la mayoría de las personas, ya que ahí, pueden acceder a distintos lugares para conocer, desarrollarse de distintas maneras para socializar, e idear muchas formas para expresarse. Pero llega un punto en que todo, se convierte en demasiado, las personas en lugar de compartir información valiosa que ayuden a los demás usuarios a cultivarse de conocimiento, ya se formal o semiformal, publican frases tan vacías como “Maldita cruda, pero que buena estuvo la pedaJ”, cada quién es libre de decir lo que quiere, a fin de cuentas un muro en esta red social es la casa del individuo donde adorna a su gusto, e invita a los demás a pasar, pero no hay que pasar por alto que, una cosa es decir con fondo y forma, y otra muy distinta decir por decir.
La vida es demasiada buena y rica como para desperdiciarla en no hacer nada productivo, nosotros somos demasiado capaces para demostrar nuestra inteligencia, no para exaltar nuestra estupidez.
A mi parecer es momento de dejar salir de nuestra mente y corazón lo que habita en sus profundidades, levantar nuestra voz y no tener miedo a las reacciones externas, pues nadie es alguien para juzgarnos, es hora de atrevernos a decir, a hacer, a actuar, y no escondernos es lo que las demás personas quieren escuchar, no dejar que nuestra existencia se limite a lo correcto porque alguien dijo, sino a lo verdadero porque creo en ello. No hay que olvidar que aparentamos lo que decimos, pero somos lo que hacemos.
Las redes sociales sin duda tendrán mil usos, y estos dependerán directamente de los usuarios que pertenezcan a cada comunidad, pero nunca debemos olvidar que si poseemos la oportunidad de conquistar al mundo, es momento de ponernos las pilas para obtener el mayor aprovechamiento de las herramientas que se nos presentan, en este caso, el internet.
Para finalizar, quiero compartirles un pensamiento que surgió en mi hace muy poco, y que éste, trajo consigo un sentimiento que me llenó de pila para avanzar y jamás estancarme. Me di cuenta que realmente vida sólo una, una en la que nosotros seremos los únicos en poder manejarla, en la que somos los dueños de lo único que realmente poseemos, cada quien decide lo que quiere que sea de ésta, no sé tú, pero yo, no me resigno a desaparecer del mundo y que éste continúe como si nada hubiera pasado.